RE-ESTRUCTURANDO TODA LA EDUCACIÓN:R
UN VIAJE HACIA LO POSIBLE

La razón por la cual dejamos la escuela de niños, fue porque nos
convencimos de que no íbamos a ver cambios en ella hasta que como
adultos no experimentásemos esos cambios en nosotros mismos, pues los
cambios que se dan en las escuelas se van a la casa con el niño pero allí es
el afecto el que domina, es el afecto el que reina.

Nuestra esperanza sería que los adultos se formaran en estos 8 campos, y
para ello se pueden diseñar cursos para los padres; que sea natural que los
padres asistan a su formación. Primero formamos el Instituto Mead para los
padres, luego nos dedicamos a los cerebros y luego abrimos cursos a todo
tipo de participantes. Pero lo que sabemos de la nueva física y de la biología
es que el cambio es perpetuo. Lo que aprendemos hoy, cambia mañana.
Lo que queremos promover es la continuidad; en realidad la continuidad se
asocia con la nueva física, en el sentido de que no podemos saber en qué
grupo vamos a mantenernos toda la vida. La continuidad también se asocia
con el cerebro básico, porque si nuestro cerebro básico está siempre abierto
a la colectividad, quién sabe lo que puede pasar a los ochenta años.
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